Blake Lively
La actriz Blake Lively contó que cuando decidieron ser padres junto al actor Ryan Reynolds, cayeron en una especie de obsesión por la alimentación del bebé que venía en camino. Esta obsesión significaba que Blake tenía que comer sano y mucho. Todo el tiempo estaba recibiendo suplemento alimenticios y batidos de proteína como si tuviese que dar a luz a un fisicoculturista.
El bebé por suerte nació sanó, pero Blake quedó con casi 9 kilos demás en el cuerpo. Por suerte con una buena rutina de entrenamiento en la que su esposo solidarizó con ella para acompañarla, bajó los kilos en poco tiempo.